Damos Gracias a la comunidad de Caridad del Cobre (Madrid) que nos abrieron sus puertas y prepararon una bonita oración.
En medio de nuestro mundo en conflicto y a veces tan roto escuchamos el evangelio de Juan. Nos recordó que cuando dejamos que Jesús se ponga en medio de nuestras situaciones personales, familiares, nacionales o de nuestro mundo…todo se llena de luz, de posibilidad, de alegría profunda, de fortaleza y valentía. Si dejamos que Jesús sea el centro todo es posible.
“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, se colocó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz sea con vosotros». Y dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. De nuevo les dijo: «La paz sea con vosotros. Como me envió el Padre, así os envío yo». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, a quienes se los retengáis, les serán retenidos»”. (Jn 20, 19-23).
Nos fuimos con el deseo de dejar que nuestro mundo se llene color por la alegría de ver al Señor en cada detalle.