Desde este espacio de la Pastoral juvenil JM queremos rechazar todo tipo de violencia. Los últimos atentados de París revelan una “idea” de Dios alejada de cualquier religión, fe o cultura. Una “idea” de un dios (con minúscula) descabellado que no puede formar parte de razón ni pensamiento alguno.
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“No nos alejan tanto nuestras lenguas, ni nuestras culturas, ni siquiera nuestras religiones.
Las distancias más insalvables las ponen los sentimientos de los corazones doloridos y rotos.
Lo que separa a las personas es ese afecto lastimado que un día nos hizo llamar enemigo al otro,
y dinamitar el puente que nos unía con él.
Las guerras las declaran soledades muy llagadas,
que se resisten a creer que la reconciliación es una posibilidad todavía por explorar”